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Miercoles, 29 de Noviembre de 2023

El IGAC recibe el primer curso internacional en política urbana y gestión de proyectos urbanos integrales

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El IGAC participó este lunes

en la inauguración del curso

internacional del que será

sede, resultado de la

cooperación de la entidad

con el Departamento

Nacional de Planeación

(DNP) y la Agencia

Internacional de Japón en

Colombia (JICA).

Fecha: Febrero 17 de 2014

En el curso, que comienza

este martes 18 de febrero,

participan 12 profesionales

de nueve países de la región

(Bolivia, Brasil, Costa Rica,

Ecuador, Guatemala,

Honduras, México, Perú y

Venezuela) y cinco

profesionales colombianos.

Adicionalmente, asistirán

diez profesionales

seleccionados por JICA–

Brasil.

En el acto de inauguración, Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC,

recalcó la importancia del catastro para detectar, entre otros factores, la especulación

de los costos del suelo (Ver discurso completo más abajo).

El primero en tomar la palabra fue Hidemitsu Sakurai, representante residente de la

Agencia Internacional de Japón en Colombia (Jica): “Vivo muy agradecido en este

país. Sin la ayuda del IGAC no sería posible este curso”.

De igual forma, Jaime Torres, Subdirector General Sectorial (DNP), explicó cómo la

planificación urbana es un tema coyuntural en Colombia, “porque gracias a ella es

posible pensar en la consolidación de la paz a través del uso del suelo. Este evento no

es sólo una oportunidad para el DNP sino para la institucionalidad colombiana”.

Otro de los encargados de destacar la importancia del curso fue Alonso Cárdenas,

representante del Ministerio de Vivienda. “Llevamos 20 años de cooperación para

fortalecer la política de desarrollo urbano”, explicó. Rosángela Correa, del Ministerio de

Relaciones Exteriores, y María Peña, de APC (Agencia Presidencial de Cooperación

Internacional de Colombia), también dieron la bienvenida a los asistentes.

Discurso de Juan Antonio Nieto Escalante:

Aportes del IGAC al desarrollo urbano

“Presento un cordial saludo a los participantes en este curso y agradezco en nombre

del IGAC su cooperación, que tendrá importantes repercusiones para el desarrollo

urbano del país.

El Instituto Geográfico Agustín Codazzi en el marco de sus competencias, tiene cuatro

importantes responsabilidades en la política integral del desarrollo urbano.

La primera, con su función catastral, base fundamental del impuesto predial, una de

las fuentes de financiación más importantes de la organización municipal. La segunda,

a través del conocimiento de la base natural de soporte y de la estructura de las áreas

urbanas, mediante la generación de cartografía básica, topográfica y de los estudios

agrológicos, geográficos y catastrales.

La tercera, con su participación y apoyo a los procesos de ordenamiento territorial. Y la

cuarta, a través de su rol de Coordinador de la Infraestructura Colombiana de Datos

Espaciales (ICDE), mediante la cual se facilita y procura la articulación, actualización

y consolidación a nivel nacional de la información sobre la localización de variables

como el uso del suelo, el espacio público, la infraestructura vial y de servicios,

equipamientos, viviendas, ecosistemas estratégicos y demás áreas protegidas, zonas

de riesgo, etc., y los sistemas de información sectoriales y territoriales

correspondientes.

Pensamos que una política integral de desarrollo urbano, a la cual contribuimos con

los cuatro aportes señalados, debe buscar que nuestras ciudades sean compactas,

sostenibles y equitativas. Ello plantea importantes retos no solo en materia de calidad

del hábitat, sino también del desarrollo económico y social.

Este desafío tiene componentes urbanísticos, de provisión de servicios públicos,

movilidad, espacio público, sostenibilidad del ambiente, gestión del riesgo de

desastres, financiación, entre otros muchos.

Cabe indicar que, en la experiencia colombiana, la generación de suelo urbanizable,

en las condiciones y cantidades óptimas, resulta fundamental. De allí la relevancia de

compartir experiencias y conocimientos en materia de los instrumentos de gestión del

suelo urbano.

Un asunto que requiere atención especial, mediante el estudio de casos tanto de

Japón como de Colombia, reside en la aplicación de los instrumentos de gestión del

suelo (ya sean estos planes parciales, reajustes de terrenos, participación en

plusvalías, etc.) que requieren como insumo fundamental la determinación del valor de

los inmuebles. De allí que el rigor técnico del proceso de determinación de avalúos y

su constante articulación con las políticas urbanas sea central para la implementación

de la política de vivienda y, particularmente, en la gestión de proyectos integrales de

desarrollo urbano.

Además, la información catastral no solamente provee los avalúos de los inmuebles,

sino que da señales valiosas que ayudan a la toma de decisiones. Mencionemos

algunas. Contribuye a identificar una posible burbuja inmobiliaria, al conocer los

patrones de cambio de los valores comerciales; permite identificar y comparar los

precios de los inmuebles entre las diferentes ciudades, lo que se constituye en una

excelente guía para la diferenciación espacial de políticas en cuanto a montos de

subsidios, por ejemplo.

Ayuda a delimitar zonas donde se presentan procesos de densificación producto de

cambios de casas a edificios, así como la intensidad de este proceso y la potencialidad

de generación de suelo por redensificación; determina las zonas con mayores

potenciales de valorización por sus condiciones en cuanto a dotación de servicios

públicos y zonas verdes, ubicación y cercanía con el sistema de transporte, entre

otras.

La información de avalúos catastrales también da señales para decisiones que podrían

tomarse para evitar que algunos ciudadanos oculten, detrás de la variable estrato, su

real capacidad de pago, teniendo predios de valor más alto localizados en zonas de

estratos bajos.

Una última decisión a la que el catastro procura información es la detección de

posibles prácticas de especulación con el valor del suelo, que podrían detectarse

cotejando la información catastral con las bases de datos de las licencias urbanísticas

y de construcción que expiden los municipios a través de sus oficinas de planeación o

curadurías.

Por otra parte, haciendo seguimiento a los tiempos transcurridos para el desarrollo de

los proyectos, una vez aprobadas las licencias de construcción, es posible identificar

aquellos promotores que demoran su ejecución, esperando que aumente su valor y así

obtener mayores rendimientos.

Por último, debo decirles que el IGAC tiene la voluntad, los conocimientos y la

estructura operativa para apoyar la transferencia de metodologías de valoración y su

aplicación en los instrumentos de gestión del suelo, incluyendo su soporte normativo y

de política, hacia multiplicadores en las regiones.

Espero que los participantes de este curso fortalezcan sus habilidades para transferir

estos conocimientos hacia otros funcionarios de las áreas técnicas de la Sede Central

que, a su vez, colaborarán en la necesaria capacitación de las Direcciones

Territoriales del IGAC en las materias señaladas.

De igual modo, esperamos que toda la experticia recibida contribuya a las

deliberaciones en las comisiones territoriales de ordenamiento territorial.

Les deseo los mayores éxitos en su trabajo académico”.

Última actualización Lun, 02/17/2014 - 11:02